Flora en Ramales

El Asón, el Gándara, el Carranza...

Los márgenes de los ríos tienen su propia vegetación, la vegetación de ribera, que acompaña el curso fluvial.

Los bosques de ribera tienen una gran diversidad de flora y fauna, y desempeñan un papel muy importante como corredores biológicos, zonas de refugio, filtro de contaminantes del agua, estabilizadores de las orillas, amortiguadores del efecto de las riadas, etc.

Entre los árboles que componen estos bosques encontramos fresnos (Fraxinus excelsior), avellanos (Corylus avellana) y sauces (Salix atrocinerea y S. alba), arraclanes (Rhamnus frangula), espino blanco (Crataegus monogyna), saúcos (Sambucus nigra), etc.

Avellano

Fresno

Arraclán

Sauce

Saúco

Espino blanco

Les acompañan un gran elenco de plantas como la pulmonaria (Pulmonaria longifolia), los ranúnculos (Ranunculus sp.), colombinas (Aquilegia sp.), dedaleras (Digitalis purpurea), helechos y equisetos, trepadoras como la zarzaparrilla o la madreselva... En ocasiones, también podremos observar unas hermosas flores moradas pertenecientes a la hierba de sotierra (Latharaea clandestina), parásita de diversas especies arbóreas, o a las también parásitas Orobanche sp.

Hierba de sotierra

Equisetos

Pulmonaria

Dedalera

Orobanche

Zarzaparrilla

En algunos enclaves con elevada humedad todavía se puede disfrutar de la belleza del helecho real o ajo de antojil (Osmunda regalis), uno de los helechos más grandes de Europa.

Especie antaño muy común, cada vez es más escasa en nuestro territorio, debido a la destrucción de sus hábitats y a la sobreexplotación.

En el territorio aparecen bosques del austero y siempre verde encinar cantábrico.

Son testigos de tiempos muy pasados (Terciario), cuando estos bosques cubrían toda la región. Ocupan zonas de afloramientos calizos y fuerte karstificación, por lo que el agua escapa rápidamente hacia las profundidades, impidiendo que el suelo se encharque.

Las masas de encinar cantábrico (Quercus ilex) presentan una rica biodiversidad biológica, pues en ellos se mezclan el mundo atlántico y el mediterráneo.

Junto a las encinas podemos encontrar otras especies leñosas como el laurel (Laurus nobilis), el mostajo (Sorbus aria), el acebo (Ilex aquifolium), el labiérgano (Phillyrea latifolia), los madroños (Arbutus unedo) o el aladierno (Rhamnus alaternus), entre otras especies.

Encina

Laurel

Acebo

Suelen ir acompañados de especies trepadoras como la hiedra (Hedera helix) o la zarzaparrilla (Smilax aspera), y otras plantas que forman parte del sotobosque tan características como son el rusco (Ruscus aculeatus) y los endrinos (Prunus spinosa).

Hiedra

Rusco

Endrino

En las zonas más umbrías encontramos bosques de hayas (Fagus sylvatica), a las que acompañan abedules (Betula sp), majuelos o espino blanco (Crataegus monogyna), castaños (Castanea sativa), etc.

Haya

Abedul

Espino blanco